martes, 6 de noviembre de 2007

Erase una vez en Gerlywood.


Noche.


Marius- Chicha- Shion.


Maquillaje y mucho humo (aunque yo no fumo).


Estando así, comprendo muchas cosas. Por ejemplo, que hay una especie de designio superior que en un momento de nuestras vidas nos hizo encontrarnos, nos hizo mezclarnos, golpearnos y por último, combinar maravillosamente. Que si las cosas se dan de cierto modo, no es que debamos tranquilamente aceptarlo, pero si debemos tratar de comprender qué es lo que pasa.


El viernes, lo que pasó fue una comunión mística-musico-glamorosa de almas afines. Una unión, una hermandad, de esas que generan un primer paso a un cambio.


Pues, a cambiar se ha dicho, se dijo, y se hizo.


(Nota: Marius no aparece en la foto porque la estaba sacando, ya verán una imagen extrema y efímera de la familia glamorosa a pleno, además, en la única foto en la que estamos todos yo salí muy mal )


Tenía pelo rojo!!! WIII!

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